¿Qué es? ¿Quién la utiliza? ¿Para qué sirve?, todo lo que tenés que saber sobre esta herramienta revolucionaria.
En un mundo donde lo invisible a simple vista puede ser crucial, la termografía emerge como una herramienta revolucionaria en una amplia gama de sectores. Desde la detección temprana de fallas en maquinaria industrial hasta la evaluación de la eficiencia energética en edificios, esta tecnología ha transformado la forma en que abordamos el mantenimiento, la seguridad y la eficiencia en diversas industrias.
En su esencia, la termografía se basa en un principio fundamental: todos los objetos emiten radiación electromagnética en forma de calor, incluso a temperatura ambiente. Esta radiación infrarroja, invisible al ojo humano, puede ser capturada y procesada por cámaras termográficas. A través de complejos algoritmos, estas cámaras transforman la radiación infrarroja en imágenes termográficas, que revelan la distribución de temperatura en una escena.
¿Qué es una imagen térmica?
Una imagen térmica, también conocida como imagen termográfica, es una representación visual de las diferencias de temperatura en una escena capturada por cámaras termográficas. A diferencia de las cámaras convencionales que capturan imágenes basadas en la luz visible, las cámaras termográficas detectan las radiaciones infrarrojas emitidas por los objetos debido a su temperatura.
En una imagen térmica, los objetos más cálidos se representan en tonos más brillantes o más cálidos, mientras que los objetos más fríos aparecen en tonos más oscuros o más fríos. Esto permite identificar fácilmente las áreas con diferentes niveles de calor en una escena. Las cámaras termográficas profesionales tienen la capacidad de detectar incluso diferencias sutiles de temperatura, lo que les permite crear imágenes detalladas de áreas con diferentes niveles de calor y realizar mediciones de temperatura precisas.
¿Qué industrias utilizan imágenes térmicas para el mantenimiento?
La ventaja es que los escaneos térmicos no requieren que el equipo esté apagado para ser inspeccionados. El operador capacitado puede inspeccionar y documentar rápidamente las fallas y determinar cuándo se deben programar las reparaciones.
La seguridad es otra razón por la que las cámaras térmicas se han convertido en una herramienta habitual para los equipos de mantenimiento. Los técnicos no tienen que estar cerca de la maquinaria que se está probando, ya que la fotografía se puede tomar desde lejos, lo que mantiene a los técnicos seguros y al mismo tiempo adquiere la información necesaria.
Mantenimiento industrial
Las empresas de fabricación suelen operar las 24 horas del día, y desconectar los equipos para realizar cualquier tipo de mantenimiento puede costarles a las empresas un tiempo extremadamente valioso. La confiabilidad mejora cuando las imágenes térmicas son parte de un programa de inspección de activos y mantenimiento basado en la condición (CBM). Tanto el tiempo de inactividad como los gastos de mantenimiento se pueden reducir con un programa CBM, ya que el mantenimiento sólo se realiza cuando es necesario, en lugar de seguir un cronograma establecido. Las imágenes térmicas permiten detectar el calor excesivo en equipos eléctricos, mecánicos y de proceso en una etapa temprana de la curva de falla. Esto minimiza el riesgo de una falla catastrófica, interrupción del negocio y condiciones potencialmente peligrosas.
Trabajo de utilidad
Los sistemas de distribución eléctrica dan soporte a millones de usuarios cada día, y localizar posibles fallas en las líneas y en la medición es fundamental para brindar un servicio constante a los clientes. Los transformadores, disyuntores, interruptores y casquillos son puntos comunes del sistema que se calentarán antes de fallar. Las cámaras térmicas pueden detectar los puntos críticos, medir la temperatura y permitir a los ingenieros de confiabilidad programar reparaciones.
Equipos de imágenes térmicas como herramientas portátiles para mantenimiento preventivo
Las mejores prácticas de mantenimiento requieren la capacidad de evaluar los problemas en cuestión de minutos. Maquinaria averiada, redes eléctricas fuera de servicio y viviendas con fugas de energía son cuestiones que no tienen por qué ser una sorpresa. Si bien las primeras cámaras térmicas eran voluminosas, complejas y costosas, las cámaras actuales son compactas, resistentes, asequibles y caben en el cinturón de herramientas de un contratista. Pero el hecho de que una cámara térmica sea portátil no significa que los datos que proporciona sean limitados. Los equipos profesionales brindan una excelente claridad de imagen, la capacidad de tomar fotografías y videos con una alta velocidad de fotogramas, múltiples opciones de lentes y asequibilidad.
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