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Firmina: el nuevo cable submarino que llegó a Las Toninas para mejorar servicios de Google en el país

Finalmente, y después de casi tres años, está operativo Firmina, el nuevo cable submarino que llega a la estación de amarre de Las Toninas, y que conecta a Myrtle Beach, en Carolina del Sur (Estados Unidos) con el balneario bonaerense que representa la principal puerta de internet en el país, pasando por Punta del Este, Uruguay y Praia Grande, en Brasil.

El cable es propiedad de Google y de Telxius, una filial de Telefónica dedicada a la construcción de infraestructura de redes. Y se suma a Tannat, otro cable que Google ya tiene funcionando en el país; de hecho, la compañía cuenta con 16 cables submarinos funcionando en todo el mundo, y otros 13 proyectados para vincular al planeta con sus servidores en EE.UU. y en el resto del mundo. En el mundo hay 559 cables submarinos en funcionamiento, según la firma especializada Telegeography, con 78 nuevos proyectos anunciados en los últimos tres años.

El cable lleva el nombre de Maria Firmina dos Reis (1825-1917), una autora y abolicionista brasileña cuya novela de 1859, Úrsula, describe la vida de las y los afrobrasileños bajo la esclavitud. Con este cable, se busca, en este sentido, destacar el trabajo y espíritu pionero de quien es considerada la primera novelista de Brasil.

Para qué se usará el cable submarino Firmina

La función principal de Firmina es mejorar la calidad del acceso en la región a los servicios de Google, sea Gmail, YouTube o los servicios en la nube que la compañía provee a las firmas locales. Y, con esa nueva “autopista” exclusiva para el uso de los servicios de la compañía, la liberación de capacidad en otros cables de uso general. “No sé si será inmediatamente perceptible para el usuario local -advierte Víctor Valle, gerente general de Google Argentina-, pero sí ofrecerá menos latencia y más resiliencia para el sistema en general”. La latencia es el tiempo que tarda una orden desde la computadora de un usuario hasta el servidor de destino y vuelve con la respuesta, y es clave en los videojuegos multiusuario, pero también es importante para otros servicios donde cada milisegundo cuenta. El cable, además, aporta resiliencia al aumentar la cantidad de salidas internacionales con las que cuenta el país, y una mayor velocidad de acceso a servicios remotos.

En un cable submarino, los datos son transportados por impulsos de luz dentro de una fibra óptica. Pero además de la luz, el cable debe llevar la electricidad necesaria para dar energía a amplificadores de esa luz, instalados cada cien kilómetros. Firmina es el primero que ante un desperfecto puede funcionar en todo su recorrido con alimentación de energía en una única punta, hasta que se restablezcan las operaciones normales y vuelvan a operar los amplificadores de luz. Tiene 12 pares de fibras, cada una con una capacidad de transmisión de 15 terabits por segundo.

¿Para qué se usará esa capacidad? ¿Por qué no alcanza con Tannat, el cable que ya funciona, y que es parte de los otros varios cables que llegan a Las Toninas? “Estamos en medio de una revolución fuerte, que es la de la Inteligencia Artificial -aclara Valle-, y eso requiere, para los países, estar a la altura; la IA tiene sus requerimientos, uno de ellos es la conectividad, requiere una infraestructura que pueda correr en forma eficiente y segura todas las tareas que le encomiendan las Pymes locales, y también consume más datos”. Darle una orden a Gemini (la inteligencia artificial generativa de Google, y competencia de ChatGPT) tiene mayores requerimientos que una búsqueda convencional: consume más energía, y también una mayor cantidad de datos de ida y vuelta; para eso, en parte, se usará la capacidad de Firmina.

Según estimaciones de Google, la puesta en funcionamiento de Firmina y Tannat podría tener, en los próximos años, un impacto directo en la economía local, que la compañía calcula en 23.700 millones de dólares. “Hoy la velocidad de acceso a internet es un factor importante para cualquier empresa”, afirma Valle, para un país que tiene una penetración de internet del 80% (la más alta de la región) y que es el segundo país con más empresas “unicornio” en América del Sur.

Google no es la única compañía en invertir en cables submarinos: desde 2021, por ejemplo, opera Malbec, un cable submarino propiedad de Meta; tanto Microsoft como Amazon, entre otras compañías, han invertido en los últimos años en esta infraestructura, vital para el funcionamiento de internet: más del 90% del tráfico intercontinental de internet circula en todo el mundo por cables submarinos.

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